Un interesante artículo de hace unos años que habla sobre la Economía Creativa y como esta inside tan profundamente en los mercados económicos de cada país llegando incluso a ser responsable del 8% del PIB mundial. Ademas las industrias relacionadas con la creatividad y la cultura son más resistentes a la crisis económica.
Por Juan Pastor Bustamante
Resulta curioso que en un país con un enorme potencial en el ámbito
creativo no se hable nada o muy poco de economía creativa. Más cuando
necesitamos sectores que aporten de forma significativa a un nuevo
modelo de desarrollo más competitivo. La economía creativa es un
concepto que no se escucha en los debates políticos, ni en los medios de
comunicación. Únicamente oímos hablar de industria cultural y,
últimamente, envuelta en polémicas en torno a Internet, piratería y
canon digital. Pero la economía creativa es mucho más. El propósito de
estas líneas es llevar la atención a este sector de la economía con la
intención de que descubramos lo mucho que nos puede aportar y que no
estamos valorando.
Naciones Unidas, la Unión Europea y las principales economías del
mundo: Estados Unidos, China, Reino Unido, Alemania... sí le están
prestando gran atención desde hace una década. Según el Deparment for
Culture, Media and Sport del Gobierno británico, pionero en poner en
marcha un programa específico de impulso a la economía creativa, en
2008, este sector contribuye con un 7,3% a la economía británica,
empleando a dos millones de personas.
Recientemente ha sido publicado el segundo reporte sobre economía
creativa en 2010, promovido por Naciones Unidas. Este trabajo lleva como
subtítulo A feasible development option, que podríamos traducir como una factible opción de desarrollo, y efectivamente, después de leer el informe, lo es.
En un escenario de crisis, este sector ha seguido creciendo en el
ámbito mundial. En 2008, con la erupción de la crisis económica y
financiera, mientras que el mercado global se contraía un 12% tras una
caída espectacular de la demanda, las exportaciones mundiales de bienes y
servicios creativos alcanzaba los 594.000 millones de dólares, con
crecimientos superiores al 14% anual desde 2002 hasta 2008.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de economía creativa?
Estamos hablando del sector de actividad que tiene que ver con los
bienes y los servicios creativos, dentro de los que se incluirían las
industrias culturales y creativas, pero también se abarcarían conceptos
que se han desarrollado estos últimos años como: ciudades creativas,
ecosistemas creativos, cluster creativos, distritos creativos, clase creativa...
Las industrias creativas, según Naciones Unidas, son los círculos de
creación, producción y distribución de bienes y servicios que usan la
creatividad y el capital intelectual como input principal.
Aunque hay varias clasificaciones sobre qué actividades incluyen o no,
nos estaríamos refiriendo a: publicidad, arquitectura, mercado del arte y
las antigüedades, artesanía, diseño, moda, cine y vídeo, música, artes
escénicas, editorial, software interactivo de entretenimiento, radio y televisión. Otras clasificaciones incluyen los deportes como espectáculo.
Si en un rápido ejercicio ponemos nombres de empresas, fundaciones o
creadores españoles a cada una de estas actividades es evidente que
nuestro potencial es muy elevado, y el no hacer ninguna acción política
significativa en este campo no deja de sorprender. Museo Thyssen, Zara,
Mango, Calatrava, Plácido Domingo, Mariscal, Almodóvar, Ecosistema
Urbano, Hoss, Pyro Studios, Carlos Ruiz Zafón, Camper, Alejandro
Amenábar... son algunos pocos ejemplos consolidados que, junto a
"jóvenes" creadores y marcas del sector creativo, nos deben hacer
conscientes del valor que nuestras empresas son capaces de generar. Por
no hablar de las industrias creativas en español, siendo nuestro idioma
el segundo o tercero más hablado del mundo.
Se necesita poner el foco con acciones específicas para poder ayudar a
impulsar la economía creativa para que aporte más al PIB y a la
generación de empleo. Hasta el momento, si solo hablamos de industrias
culturales en España, supondría cerca del 5% del PIB en 2010 y empleo
para 800.000 trabajadores. Los resultados podrían ser mucho mejores,
pero es necesario destinar recursos, desarrollar políticas y crear
plataformas específicas para obtener resultados.
Llevo trabajando más de 15 años en creatividad e innovación. Durante
el último ejercicio me he dedicado de forma intensiva al impulso de las
industrias creativas, dirigiendo un programa pionero de consolidación de
empresas en Madrid, Gran Canaria y Navarra, impulsado desde la Escuela
de Organización Industrial. He tenido la oportunidad de trabajar con
empresarios y empleados del sector y muchas de sus demandas coinciden
con las que aporta el informe de Naciones Unidas. A continuación,
expongo siete líneas de acción:
1.-Mayor formación empresarial específica para la creación y
consolidación de empresas del sector creativo. La gran mayoría de los
empresarios de este sector tienen formación técnica en su área, pero la
falta de formación empresarial les impide hacer empresas competitivas.
Esto da lugar a un panorama de pocas grandes compañías e infinidad de
microempresas y autónomos. Nos encontramos con profesionales con talento
que deciden autoemplearse como necesidad, cuando deberían ser
empresarios por oportunidad.
2.-Trabajar el emprendimiento especializado en este sector en los
títulos universitarios y los módulos de formación profesional
relacionados. Los planes de estudios forman principalmente empleados y
funcionarios, pero dan la espalda a los emprendedores. Es bastante
inconcebible con los niveles de desempleo y trabajo precario entre los
jóvenes no incidir desde los planes de estudios en el fomento de
empresas creativas.
3.-Productos financieros, capital riesgo privado y público atendiendo a
las peculiaridades del sector. Sus proyectos entran en el mismo saco
que otros sectores que venden tangibles y, evidentemente, salen
perdiendo. Por no hablar de los prejuicios del sector financiero hacia
los creativos.
4.-Programas ambiciosos para orientar a las empresas en exportación de
bienes y servicios creativos, así como para la internacionalización de
compañías. Hay algún programa, pero muy pequeño, para la industria
cultural.
5.-Estrategias de ciudades creativas que impulsen a las empresas de la
ciudad y atraigan a compañías de fuera. Abarcando todo el sector
creativo o centrándose en una o varias áreas: ciudad del diseño, ciudad
de la industria de entretenimiento, o ciudad de la música, museos y
artes escénicas... Cáceres y Bilbao ya se posicionan como ciudades
creativas.
6.-Políticas y programas potentes orientados a la economía creativa,
dándole el peso presupuestario y de recursos que puede tener en su
aportación al PIB y a la marca de cada territorio. Todos los trabajos
insisten en estrategias comunes entre distintas áreas de gobierno como
cultura, industria y educación.
7.-Crear sinergias intersectoriales. Existen múltiples ejemplos de
cómo las empresas creativas hacen más competitivos otros sectores. En
materia de turismo, unos destinos con una oferta cultural y creativa
potente como complemento o alternativa al sol y la playa producen
beneficio mutuo; el desarrollo tecnológico vinculado a la difusión de
contenidos creativos; el papel del diseño y la comunicación como
catalizadores del desarrollo de la economía verde (energías renovables,
vehículos eléctricos, envases de productos biológicos...).
Afortunadamente, ya contamos con bibliografía e informes que pueden
ayudar a instituciones y empresas a definir hojas de ruta y estrategias.
No es mi objetivo tratar de convencer de una clara tendencia mundial:
podemos hablar de hechos y no de suposiciones. Simplemente, quiero
llamar la atención para no perder más tiempo y reclamar una apuesta de
calado para un sector que solo puede aportar magníficas noticias a la
economía de nuestro país, a la creación de empleo y al cambio de modelo
económico. No perdamos más tiempo y pongámonos a generar valor creativo.
Juan Pastor Bustamante es
coordinador del departamento de creatividad e innovación en la gestión
empresarial de la Escuela de Organización Industrial (EOI) España. 10/07/2011.
Aquí además les dejo otro artículo sobre como la Economía Creativa es más resistente a las crísis económicas que invaden los mercados. Imperdible leerlo.
altiplanica
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